Brother and sister

Brother and sister

Una tarde, mientras acunaba a su hijo dormido, Olivia susurró:

«Todo irá bien, mi amor. Crecerás rodeado de ternura, no de miedo».

Al otro lado de la ciudad, la reluciente camioneta de Ethan permanecía abandonada, cubierta de polvo. El símbolo de su orgullo no era más que un monumento a su vacío interior.

Olivia, sin embargo, había comprendido una verdad mucho más valiosa: el valor de una vida no se mide ni en dinero ni en apariencias, sino en el amor, la fuerza y ​​la paz que elegimos cada día.

Esa noche, contemplando la calle tranquila desde la ventana, con su hijo dormido a su lado, una leve sonrisa iluminó su rostro.

Por primera vez en mucho tiempo, supo que finalmente estaba en el camino correcto.

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